Arabia Saudita admitió este sábado que el periodista saudí Jamal Khashoggi murió en su consulado en Estambul, informó la agencia de prensa oficial saudita SPA.
"Las conversaciones entre Jamal Khashoggi y las personas con las que se entrevistó en el consulado del reino en Estambul (...) degeneraron en una pelea, que provocó su muerte", indicó la agencia, citando a la fiscalía.
Riad, que reveló los resultados de su investigación interna sobre la desaparición del periodista, un caso con una repercusión mundial, anunció asimismo la destitución de un alto responsable de sus servicios de inteligencia.
"Ahmad al Asiri, vicepresidente del servicio general de inteligencia ha sido destituido de su cargo", indicó un medio estatal, citando un decreto real.
Las autoridades sauditas también despidieron a un consejero de la corte real, Saud al Qahtani, según la misma fuente.
Los medios oficiales informaron además que el rey Salmán había ordenado al príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, reformar los servicios de inteligencia.
El anuncio del SPA sobre la muerte del periodista en el consulado llegó poco después de una nueva conversación telefónica sobre el caso Khashoggi entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el rey Salmán.
Los dos dirigentes, que hablaron el viernes por la noche, "destacaron la importancia de seguir trabajando juntos", según una fuente de la presidencia turca que pidió conservar el anonimato.
Erdogan y el rey ya habían mantenido una primera conversación telefónica en la desaparición del periodista, que vivía exiliado en Estados Unidos.
No se tenía ninguna noticia de Khashoggi, un periodista crítico con Mohamed bin Salmán, desde que entró el 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul para hacer un trámite.
Responsables turcos afirmaron bajo anonimato que había sido asesinado por un comando enviado especialmente desde Riad. Hasta este sábado por la mañana, las autoridades sauditas siempre habían esmentido su implicación en la desaparición de Khashoggi.
- Consecuencias "muy graves" -
El reconocimiento de su muerte por Riad se produjo horas después de que la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, hiciera una nueva advertencia a Arabia Saudita.
Trump aseguró "que podría" haber sanciones contra su aliado saudita, precisando que aún era demasiado pronto para sacar conclusiones.
El presidente, que había tratado en un primer momento de no tensar las relaciones con el reino saudita por los intereses estratégicos en común, admitió el jueves por primera vez que Khashoggi estaba probablemente muerto, amenazando a Arabia Saudita con consecuencias "muy graves".
"Vamos sin duda a contemplar una amplia gama de respuestas posibles, pero yo creo que lo importante es que se esclarezcan los hechos", dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, a la radio Voice of America.
Pompeo no detalló las posibles sanciones que podría tomar su país contra Arabia Saudita. Pero los dirigentes estadounidenses mostraron su intención de trabajar con el Congreso, donde varios representantes republicanos dijeron sentirse indignados por las circunstancias de la desaparición del periodista.